La diosa romana que protegía a los adolescentes era Juventas. Juventas era la diosa de la juventud y la diosa de la etapa de transición entre la infancia y la edad adulta.
Se creía que Juventas tenía el poder de proteger y cuidar a los jóvenes durante esta importante etapa de sus vidas. Era adorada especialmente por los jóvenes varones, quienes buscaban su protección y bendiciones mientras se preparaban para ingresar a la edad adulta.
Juventas era también considerada la diosa de la juventud eterna y la fuente de la vida juvenil. Se le atribuía la capacidad de otorgar juventud y vigor a aquellos que la adoraran y le hicieran ofrendas.
En la mitología romana, Juventas era la hija de Júpiter y Juno, y tenía la habilidad de rejuvenecer a los dioses. Era frecuentemente representada como una joven hermosa y radiante, con una eterna sonrisa en su rostro. Su figura era asociada con la vitalidad, la energía y la belleza juvenil.
Con el tiempo, el culto a Juventas se convirtió en una parte importante de la vida social y cultural de los romanos, especialmente durante festivales y celebraciones destinados a honrar a los jóvenes.
En resumen, Juventas era la diosa romana encargada de proteger a los adolescentes y de otorgarles juventud y vitalidad. Era adorada por los jóvenes y asociada con la energía y la belleza juvenil.
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